miércoles, 16 de octubre de 1996

Una muerte en la familia


El dia estaba lleno de grises, las nubes se movian atormentadas amenazando lluvia. Era el ambiente perfecto para el entierro, a mucha gente le hubiese molestado que un dia soleado les hubiese desistido de sentirse tristes. Y en medio de esa pequeña congregacion de hombres y mujeres oscuros y grises estaba Jane.

Su mirada tapada por unas gafas oscuras jugueteaban observando a todos los presentes. Es increible cuanta gente puede conocer una persona, no pensó que fuesen tantos. Allí su esposa y sus hijos, los unicos que parecian sufrir de verdad la perdida, y cerca la dra. Del Greco con una cara extraña acompañada del resto del comite de Orpheus que parecian querer pasar mas el rarto que otra cosa. y detras demasiados desconocidos.

El cura leia sus frases ensayadas y recordaba todos los logros de Robert Jackson II, padre de dos hijos y amante esposo, pero era un resumen incompleto. Aunque leia sus avances en la tecnica de criogenización no se detuvo ni un solo momento en el hecho de que hubiese suministrado la primera prueba incontrovertible de la existencia de fantasmas a la comunidad cientifica, ni sus periplos por todos los EEUU para conseguir subvenciones y apoyos. Le daba asco. Se sorprendio a si misma al pensarlo, odiaba los funerales. La muerte no tenia que ser el final, y el dia que Bob murio ella estuvo esperando que su fantasma apareciese para darle explicaciones o despedirse. Pero no lo hizo...

Conocia desde hacia solo unos años a Robert, pero le habia cogido un gran aprecio, era un hombre afable y con una ligera tendencia a los remordimientos, ella le recomendo en su momento que confesase sus infidelidades a su mujer y volviesen a intentarlo y él termino haciendolo. Era un hombre que terminaba cediendo y haciendo lo correcto. Y eso le gustaba, por que la mayoria de personas que habia conocido seguian adelante aunque se hubiesen equivocado hasta el fondo, como la dra. Anne Del Greco. Como odiaba a esa mujer. Lo que habia pasado era culpa suya, no tenía que haber sido tan ambiciosa.

El cura seguia hablando languido y la gente se acercaba y depositaba las flores alrededor de su lapida. Jane Kennedy intento adivinar si habia algun fantasma en la zona pero no sentía nada. O se escondían muy bien o la ligerisima lluvia le habia distraido para poder apreciar los pelillos erizados en la nuca. Maldito Robert, penso que quizas estaria deambulando por el cementerio con la intencion morbida de saber como seria su funeral, quien iria, que dirian. Pero allí no habia ningun fantasma. Le habia prometido que cuando muriese iria a verla para explicarle ese secreto que le atormentaba tanto, pero no lo hizo...


Pero no lo hizo...